Preparación inminente para Navidad (Parte II)

 La gruta de Belén

¿Qué es lo que quiere decirnos el Señor con el hecho de no haber nacido en un palacio real, rodeado de riquezas materiales; sino en una gruta en Belén? Se nos vienen a la mente las palabras de Jesús: “Mi reino no es de este mundo” (Jn 18,36).

Los primeros en recibir la Buena Nueva proclamada por los ángeles fueron sencillos pastores (cf. Lc 2,8-14)…

Sí, es un Reino distinto a los reinos de este mundo, que Satanás le ofreció a Jesús en las tentaciones (cf. Mt 4,8-9).

Nadie está excluido de este Reino, si tan solo acepta el mensaje de la fe.

No es el reino de los ricos ni de los eruditos; no es el reino de los gobernantes de este mundo; no es un reino de vanidades y honores humanos.

Para ser ciudadanos de este Reino, no hace falta fingir.

El Soberano de este Reino sirve a los Suyos y les lava los pies (cf. Jn 13,2-5).

Es un Reino del amor y de la verdad… ¡Y es eterno!

Su Reina es una amorosa madre.

¿Quién es el más grande en este Reino de los hijos de Dios? ¡Aquel que más ama! (cf. Mc 9,34-37)

¿Quién se auto-excluye de este Reino? Aquel que no quiere amar.

El Niño de Belén agasaja a los hombres, porque ha venido por ellos.

Él no necesita el esplendor exterior. Él no necesita riquezas materiales.

Él busca el corazón del hombre, y entrega el Suyo.

Así de sencillo es esto… ¡Tan sencillo como la gruta de Belén! ¡No necesita más!


Harpa Dei acompaña musicalmente las meditaciones que a diario ofrece el Hno. Elías, su director espiritual. Éstas se basan normalmente en las lecturas bíblicas de cada día; o bien tratan algún otro tema de espiritualidad.
http://es.elijamission.net

Supportscreen tag