El umbral de la casa de Dios
NOTA: El salmo que meditaremos hoy ha sido tomado del año litúrgico impar. Sal 83,3.4.5-6a.8a.11 ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos! Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne se alegran por el Dios vivo. Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un […]
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