Hemos empezado la Cuaresma, y ya desde hace un buen tiempo yo llevaba en mi corazón la pregunta acerca de qué temática podría desarrollar en las meditaciones durante este Tiempo Santo. Si bien puedo recurrir a textos de años anteriores –lo cual, de hecho, hago a veces, cuando estoy corto de tiempo–, no era eso lo que sentía que debía hacer. Entonces, le pregunté a mi Señor qué sería lo adecuado, y me pareció entender que ahora debería dedicar algunas meditaciones al Mensaje de Dios Padre, para que los fieles puedan conocerlo mejor.
¿Qué es el Mensaje de Dios Padre?
Se trata de una revelación privada, en la cual el Padre se comunicó a la Madre Eugenia Ravasio, una religiosa italiana, en el año 1932. Durante diez años, este mensaje fue examinado por el obispo local, Monseñor Alexandre Caillot, al cabo de los cuales llegó al siguiente resultado:
“De acuerdo con mi alma y con mi conciencia, con un vivísimo sentido de mi responsabilidad ante la Iglesia, declaro: que la intervención sobrenatural y divina me parece la única capaz de dar una explicación lógica y satisfactoria al conjunto de hechos.”
Entonces, se trata de un mensaje con aprobación eclesiástica, de manera que nos movemos en terreno seguro. Quien desee saber más acerca de la Madre Eugenia y sobre este mensaje, podrá encontrar información en sitios web[1]. El librito completo –que recomiendo encarecidamente leer– puede descargarse de internet o adquirirse impreso en diversas librerías espirituales[2].
Ahora bien, ¿cómo fue que yo me encontré con el Mensaje del Padre; o, mejor dicho, cómo me encontró él a mí?
Estando en Ecuador, una mujer que había vivido un tiempo en nuestra comunidad me dio el librito con el Mensaje del Padre, pidiéndome que lo examinase, puesto que se trataba de una revelación privada. Entonces, yo leí primeramente el extenso informe del obispo local, y cuando constaté que ya había sido examinado y aprobado por la Iglesia, no vi necesidad de volverlo a evaluar por mi cuenta. Sin embargo, quise leerlo para conocer su contenido espiritual.
Así lo hice, y desde el inicio me conmovió profundamente, porque en las palabras que la Madre Eugenia había puesto por escrito, resonaba el inmenso y tierno amor de nuestro Padre Celestial. Esto profundizó mucho mi relación con Dios, y sobre todo suscitó una gran confianza. En casi cada página de este librito (breve en texto), el Padre nos asegura cuánto nos ama y cuánto desea que nosotros conozcamos este amor y nos sintamos seguros de él.
Las así llamadas “revelaciones privadas” constituyen un gran tesoro de la Iglesia. Basta con pensar en Lourdes, Fátima, Guadalupe, etc… Hay muchos otros mensajes que han tenido una fuerte influencia en la vida de la Iglesia, como el de Sor Faustina Kowalska, entre otros.
Una actitud fundamentalmente negativa frente a las “revelaciones privadas” no es la apropiada. Antes bien, se debería apreciar esta dimensión profética en la Iglesia, como intervenciones divinas directas. Ciertamente es correcto someterlas a prueba y verificar que no se infiltre nada que pueda contradecir la doctrina de la Iglesia. Pueden haber revelaciones que sean falsas, cuyo origen esté en la imaginación de la persona misma o, en el peor de los casos, hayan sido transmitidas por los poderes de la oscuridad. Pero el hecho de que existan mensajes falsos no puede ser motivo para cerrarnos definitivamente a la intervención de Dios por este medio. Si actuásemos así, estaríamos en peligro de “extinguir el Espíritu” (cf. 1Tes 5,19).
Después de estas palabras introductorias, nos dedicaremos a partir de mañana al mensaje mismo. Seguiré pidiendo a Harpa Dei que acompañe musicalmente las meditaciones, de manera que permanezcamos en el marco acostumbrado. Puesto que sólo citaré extractos del texto, convendría que consigan el mensaje completo.
Ahora, nos dejaremos guiar por el Padre en esta próxima etapa de la Cuaresma.
[1] http://www.armatabianca.org/es/dios-padre/122-el-mensaje-del-padre-y-la-madre-eugenia-elizabet-ravasio?start=1
[2] Descargar el mensaje de Dios Padre: http://www.armatabianca.org/store/Messaggio%20in%20spagnolo.pdf
Harpa Dei acompaña musicalmente las meditaciones que a diario ofrece el Hno. Elías, su director espiritual. Éstas se basan normalmente en las lecturas bíblicas de cada día; o bien tratan algún otro tema de espiritualidad.
http://es.elijamission.net