¡Ven, Señor Jesús, Maranathá!
En la primera semana de Adviento, habíamos meditado acerca de la Venida histórica del Señor al mundo; un camino que nos condujo hasta Belén, donde nos detuvimos… La segunda semana se la dedicamos al tema del nacimiento del Señor en nuestro corazón, tratando acerca de la profundización de la relación con Jesús en nuestro interior.
Ahora, en esta tercera semana, nuestra mirada se dirige a la Segunda Venida del Señor, que es un tema que se trata muy poco en nuestra Iglesia Católica. ¿Quién habla sobre el Retorno de Cristo? ¿Quién lo predica? ¿Quién se atreve a tematizar las realidades escatológicas? En las agrupaciones protestantes a menudo está más presente la consciencia del Retorno de Jesús. Sin embargo, puesto que les hace falta la Tradición, sus reflexiones pueden resultar insuficientes y provocar confusión.
Para nuestra Iglesia Católica, sería muy importante un mayor enfoque en la Segunda Venida de Cristo, porque entonces estaría más concentrada en la verdadera meta, a la cual nos acercamos día a día. También podríamos decirlo así: con cada hora que pasa, se acerca más el Retorno del Señor, para el cual deberíamos prepararnos.
Así como hubo un largo camino antes de que nuestro Redentor naciera en Belén y estuviera entre nosotros durante los años de su vida terrena, para entonces concedernos la Salvación a través de su Muerte y Resurrección, así mismo su Retorno se prepara en un camino a lo largo del tiempo. ¡Lo cierto es que el Señor vendrá! Él mismo nos dice:
“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces se golpearán el pecho todas las razas de la tierra, que verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Él enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro.” (Mt 24,29-31)
El Retorno de Cristo al Final de los Tiempos estará precedido por ciertas señales, sobre las cuales reflexionaremos más detalladamente a lo largo de esta semana. Éstas son las cosas que han de suceder antes de que el Señor vuelva:
- El anuncio del Evangelio en el mundo entero: “Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin.” (Mt 24,14).
- La conversión de los judíos, conforme a lo que nos dice San Pablo en la Carta a los Romanos (11,25-32): que, una vez que haya entrado al Reino de Dios el número de los gentiles por Él establecido, todo Israel se convertirá y será salvado.
- La apostasía.- Vendrán falsos profetas, que engañarán a muchos (cf. Mt 24,4), y habrá una gran apostasía antes del Retorno del Señor (cf. 2Tes 2,3).
- La llegada del Anticristo.- La apostasía está causalmente relacionada con la venida del Anticristo: “Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición” (2Tes 2,3). Pero cuando el Señor retorne lo “destruirá con el soplo de su boca” (v. 8).
- Grandes tribulaciones: guerras, hambrunas, terremotos y fuertes persecuciones nos han sido predichas (cf. Mt 24,6-10). Además, violentas catástrofes naturales anunciarán el Retorno del Señor (cf. Mt 24,29; Is 13,10;34,4).
En la conferencia para este Tercer Domingo de Adviento, he mencionado ya uno que otro punto, y me detuve un poco en el tema de la llegada del Anticristo. En efecto, será éste un acontecimiento que traerá consigo mucha angustia. Volveremos a hablar más detalladamente sobre esto en esta semana. Pero, antes de eso, reflexionaremos a partir de mañana sobre los consejos que nos da el Señor para estar preparados para Su Retorno.
Harpa Dei acompaña musicalmente las meditaciones que a diario ofrece el Hno. Elías, su director espiritual. Éstas se basan normalmente en las lecturas bíblicas de cada día; o bien tratan algún otro tema de espiritualidad.
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