Estamos ya a las puertas de la Semana Santa. A partir de mañana, las meditaciones diarias, acompañadas por un vídeo y muchos cantos, nos conducirán a través de los acontecimientos de esta semana, que con justa razón es llamada la “Semana Mayor” del año.
Ha llegado el momento de mirar en retrospectiva el camino que hemos recorrido, de quedarnos con los frutos que han surgido de él y dar gracias al Señor.
San Francisco de Sales hace la sugerencia de que, habiendo culminado una meditación, uno recoja un “ramillete espiritual”; es decir que “hemos de escoger uno, dos o tres puntos, los que más nos hayan gustado y los que sean más a propósito para nuestro aprovechamiento, para recordarlos (…) y olerlos espiritualmente.”
Cuando acompañábamos grupos de peregrinos en Tierra Santa, solíamos hacer nuestra esta sugerencia. Al culminar la peregrinación, cada uno de los peregrinos podía decir lo que le había tocado y conmovido de forma especial. Estos testimonios los recogíamos por escrito como un “ramillete espiritual”, que luego le ofrecíamos a la Madre Dolorosa junto a la Cruz de Nuestro Señor en el Calvario.
Ahora, al final de nuestro itinerario cuaresmal, quisiera recoger también un “ramillete espiritual”. Quienes deseen, pueden escribirnos lo que les resultó más importante a lo largo de este camino. Nosotros recogeremos estos puntos y llevaremos el ramillete como acción de gracias a la Virgen María y al Señor en el Calvario en Jerusalén y, de ser posible, también a la Tumba del Resucitado. Podéis escribirnos a la siguiente dirección de correo electrónico: contact@jemael.org o enviarnos un mensaje (Whatsapp o Telegram) al siguiente número: 00972529357964
Ahora, echemos una mirada al camino que hemos recorrido hasta el inicio de la Semana Santa:
–El llamado a la conversión.
–El ayuno.
–Hacerlo todo con la mirada puesta en el Señor.
–Serenidad en las adversidades.
–El rechazo de las tentaciones en el Nombre del Señor.
–Las obras de misericordia.
–La Palabra de Dios.
–La penitencia.
–La purificación del templo exterior e interior.
–La lucha contra los vicios: la gula, la lujuria, la avaricia, la ira, la tristeza, la acedia, la vanagloria y la soberbia.
–Las virtudes, empezando por la fortaleza y la prudencia.
–Un ritmo regular de oración.
–La purificación pasiva.
–La gracia de los sacramentos.
–La fidelidad a la Tradición.
–Escuchar a los profetas, refiriéndonos especialmente a los mensajes proféticos que recibimos del cielo.
–La contemplación y la oración de recogimiento.
–San José y la misión del varón.
–La obediencia en todo su esplendor.
–La oración en tiempos de persecución.
–Seguir a Cristo en tiempos anticristianos.
–Iglesia en el desierto.
–Sufrimiento y serenidad.
–Los siete dolores de María.
Si nos fijamos en cada una de estas estaciones, veremos que no son más que consejos para el camino de la santidad, al que todos estamos llamados. Pero, estando en tiempos apocalípticos, este llamado cobra especial urgencia. Debemos vivir y profesar nuestra fe en toda su belleza y claridad. Especialmente las cinco meditaciones sobre el seguimiento de Cristo en tiempos apocalípticos debían ayudarnos a despertar de toda letargia y falsa seguridad, que podrían tornarse peligrosas.
Tendremos que seguir abordando este tema, especialmente en lo que refiere a la “Iglesia en el desierto”. De hecho, éste fue el tema de la última conferencia que acabo de publicar en mi canal de YouTube: https://youtu.be/QMk3rf3WZeg
Se necesita valentía y determinación para entregarse plenamente al camino de seguimiento de Cristo. Si sentimos que aún nos falta el coraje, podemos pedírselo al Señor. Es urgentemente necesario que nuestra santa Iglesia se renueve y el rostro de Cristo vuelva a brillar visiblemente a través de Ella. Esta renovación sólo podrá tener lugar si los llamados por el Señor recorren sinceramente su camino. Esto implica la disposición a una seria conversión y a recorrer perseverantemente este camino con la ayuda de Dios. Algunos incluso tendrán que experimentar profundas purificaciones interiores, para crecer cada vez más en el amor.
Sabemos bien que nuestro Salvador nos redimió a través de la Cruz, y todos los que le siguen están llamados a asemejarse a Él. Por eso concluimos nuestro itinerario cuaresmal con una meditación del P. Gabriel sobre la Madre Dolorosa. ¡Que Ella nos acompañe en nuestro camino y nos enseñe a amar a su Hijo como Ella lo ama! Con su compañía e intercesión, podremos caminar por la senda recta. Especialmente en estos tiempos de tribulación, Ella estará muy cerca de nosotros.
Así, pues, quisiera concluir este itinerario cuaresmal dando las gracias a todos los que lo habéis recorrido con nosotros. ¡Que el gozo de la Resurrección del Señor nos acompañe en el camino hacia su Retorno glorioso! ¡Ven, Señor Jesús, Maranathá!
Y no os olvidéis de enviarnos vuestro pequeño testimonio como “flor” para nuestro “ramillete espiritual”…
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Meditación sobre la lectura del día: http://es.elijamission.net/2022/04/09/
Meditación sobre el evangelio del día: http://es.elijamission.net/2021/03/27/