El Akáthistos (a veces pasa al español como «acátisto») es un gran himno de la liturgia oriental griega que medita sobre el misterio de la Maternidad Divina. Etimología: (a =negativo, y kathistomai=sentarse). Akáthistos quiere decir «no sentado». Se le llama así porque, a diferencia de otros himnos en la liturgia bizantina, se canta y escucha de pie como el Evangelio en señal de especial reverencia.
La Iglesia oriental lo considera como expresión de su doctrina y piedad hacia la Madre de Dios.
Importancia: En el rito bizantino ocupa un lugar privilegiado y goza de su propia fiesta: el quinto sábado de cuaresma, llamado precisamente por eso sábado de Akáthistos. Es un himno de acción de gracias. La ciudad de Constantinopla, consagrada a María, cuando se veía asediada por los bárbaros recurría a su protección; y le daba gracias con vigilias y cánticos en su honor.
Según el relato del Sinaxario, el Akáthistos habría tomado su nombre de las celebraciones nocturnas de agradecimiento a María: «Celebramos esta fiesta en recuerdo de las prodigiosas intervenciones de la Inmaculada Madre de Dios. Como recuerdo de estas liberaciones de Constantinopla, que todos atribuían a la Virgen, quedó la solemne introducción al Akáthistos (probablemente del S.VIII):